es uno de los pocos platos en los que no peudes hablar con la gente. oveja que bala, bocado que pierde, como dice el refrán. lo más difícil de este plato es encontrar las coquinas ricas y sin arena.
cuando las hayamos conseguido, se dejan en agua con sal una hora. en una sartén calentamos aceitico d'oliva, echamos 4 o 5 dientes de ajo muy, muy, muy... extremadamente picaditos y se saltean. cuando cogen color, se añaden las coquinas escurridas y se remueve lentamente, dejando que se abran. al ver que empiezan a abrirse, revolvemos todo y añadimos un poquito de pimentón de la vera y otro poco de perejil también muy picado (extremadamente). cuando se han abierto casi todas, servimos y comemos inmediatamente.
por favor, acompañad de una manzanilla (también extremadamente) fría y de sanlúcar.
tiempo: 10 minutos (siendo generoso)
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