martes, 10 de enero de 2012

toque cántabra


una cosa fácil, pero que si la anchoa es buena, triunfa.

para hacerlo, cortamos un tomate de huerta, ponemos encima una lonchita de queso y cubrimos con una anchoa en aceite. mi amigo robe, desde conservas lotamar, trae a sevilla unas anchoas estupendas. los restaurantes suelen pedir las conservadas en aceite de oliva por aquello de que queda mejor en la carta, pero él, experto en estos menesteres, dice que saben mejor las que llevan una mezcla de oliva y girasol, en porcentaje mayor el de oliva. así le quita menos sabor a la anchoa. y las he probado y la verdad es que son las mejores que he probado en mi vida. las puedes conseguir aquí: brisas del estrecho.

para finalizar la tapa, le puse un poco de cebollino fresco de mi huerto (una maceta en la ventana de mi habitación, que me gusta hacerme ilusiones), una pizca de sal gorda (ojo que las anchoas ya aportan sal) y unas gotas de vinagre de módena (el otro día mantuve una discusión con uno que me decía que es aceite de módena; tuve que poner mucha paciencia para explicarle que en la botella pone aceto porque vinagre en italiano se dice aceto; como la pasta al burro, que no le echan carne de burro sino que no es más que mantequilla...).

tiempo: 10 minutos (por lo de tener que ir al huerto a cortar los brotes frescos de cebollino).

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