es un plato bien contundente, como las antiguas comidas de los reyes. para hacerlo, lo importante son las calidades porque son esos sabores los que se notarán, ya que no lleva especias que enmascaren.
para hacerlo, salteamos unas setas (yo usé de cardo y champiñones, pero a la próxima uso sólo de cardo, porque no me hizo gracia el color que le dieron los champiñones) con un poquito de sal y un chorrito pequeño de vino blanco. luego les añadimos algo de nata y las pasamos por la batidora.
en una plancha hacemos a fuego muy fuerte el solomillo con sal gruesa a su alrededor. pero lo retiraremos sólo cuando esté marcado y un poco más. es un trozo de solomillo entero, de una pieza, de unos 8 centímetros de altura y el grosor del solomillo completo. con unos 8 minutos dándole vueltas en la plancha será suficiente.
lo sacamos y envolvemos con un par de lonchas de bacon casero, no del que viene envasado, sino el de la carnicería. es muy diferente. eso lo metemos en el horno a gratinar a unos 180ºC. cuando el bacon empieza a hacerse y se va arrugando, es el momento de sacarlo y poner una loncha de foie (como de un par de centímetros de altura) sobre el solomillo. dejamos que siga gratinando otros 5-8 minutos y ya debe estar listo todo.
servimos adornado con unos hilos de puerro, hechos cortándolos muy finos, dejándolos en agua fría unos minutos y friéndolos inmediatamente en aceite muy caliente durante sólo unos segundos. la salsa al lado y ya está.
tiempo: 40-50 minutos, depende del tamaño de la carne más que nada.
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