es una pasta que encontré en alguna tienda y, la verdad, no me ha hecho mucha gracia: demasiado rande, demasiado dura, demasiado rara... pero bueno, otra cosa probada.
el plato es sencillo, sólo hay que picar en juliana la zanahoria, la cebolleta, la col, y el pimiento rojo. media guindilla fresca la troceamos en finos aritos.
salteamos las almejas en una cazuela con medio vaso de agua, una pizca de sal, un poquito de zumo de limón (muy poco) y una chispilla de vino blanco. cuando se abran, tiramos las cáscaras, reservamos el caldo por un lado y los bichos por otro.
pelamos los langostinos y cocemos las cáscaras, reduciendo el líquido y colándolo muy bien.
cocemos la pasta en agua con sal.
finalmente, el wok. primero la verdura, siempre todo a fuego muy fuerte (el máximo) y moviéndolo continuamente (o casi). a la verdura le añadimos la guindilla y, poco a poco, el caldo de las almejas o de los langostinos (primero un, luego otro, da igual el orden). cuando se acaben los caldos, seguimos con leche, pero ahora con un límite, no más de medio vasito. también podemos mezclar todos los líquidos e ir añadiéndolos poco a poco. tenemos que tener cuidado de no pasarnos porque la verdura queda muhco mejor algo crujiente.
cuando está aún cruda, agregamos la pasta y mezclamos todo. ahora el líquido que echamos se irá perdiendo más rápidamente porque una parte se evaporará y otra se lo lleva la pasta.
finalmente, agregamos las almejas (que ya están hechas) y los langostinos. en cuanto éstos cambien de color, podemos apagarlo, seguir removiendo, ver que quede algo de salsa y servir bien caliente.
si no fuese por la decepción de la pasta, habría estado muy buena.
tiempo: unos 35-40 minutos.
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