la clásica pimentá pero que casi se parece a la escalibada catalana.
cogemos una carmela o una plancha y la ponemos al fuego. asamos en ella varios pimientos, dándole vueltas con cuidado hasta que la piel se vaya rasgando y tostando. hacemos lo mismo con una o dos cebollas o cebolletas (yo elegí cebollas en este caso).
cuando los pimientos están, los metemos en una bolsa de plástico con cuidado de no quemarnos y dejamos que se enfríen. cuando se enfríen, los sacamos, pelamos y eliminamos las pepitas. los cortamos en tiras y reservamos.
hacemos lo mismo con al cebolla pero sin necesidad de la bolsa y es mejor pelarla en caliente.
picamos dos huevos duros y lo mezclamos con los pimientos y las cebollas en un cuenco grande (mira que llamarlo bol, con lo que me gusta a mí la palabra cuenco...), lo aliñamos todo con aceite, vinagre y sal y metemos en la nevera para servirlo fresquito.
tiempo: una hora (sin contar la espera para que se enfríen los pimientos antes de pelarlos)
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