si es que cuando me da por experimentar, me da bien dao.
cogemos el pollo, lo troceamos y salpimentamos. en una cacerola ponemos 4 o 5 dedos de aceite, metemos una ramita de romero, 3 o 4 dientes de ajos partidos por la mitad y, cuando esté calentito, metemos el pollo. ojo, que calentito significa 60 grados o por ahí, es decir, a potencia 2 de 6 en una vitro o a fuego muy flojito si es de llama. ahí lo dejmaos 45 minutos o una hora, depende del tamaño de las piezas.
al cabo de ese tiempo, sacamos el pollo, comprobamos que no queda crudo y reservamos. si al abrirlo vemos sangre o poco hecho... al aceite otra vez y seguimos.
hacemos un chocolate que no sea demasiado espeso pero, eso sí, con chocolate del bueno. lo haremos calentando agua y leche miteá (50% leche, 50% agua) y añadiéndole unos 50 gramos de chocolate por cada 300 ml de líquido. le añadimos una guindilla picada y metemos el pollo. lo ponemos a fuego lento otra vez y dejamos hacer durante, como mínimo, 30 minutos. la diferencia con lo de antes es que ahora deberemos moverlo cada 5 minutos, que se impregne por todos lados y que no se solidifique.
mientras, picamos unos dátiles y el rabo de dos cebolletas. se saltean en un wok con un poco de sal, otro poco de azúcar y otro de pimienta. cuando el pollo está, lo servimos todos junto.
tiempo: casi 2 horacas. pero puedes jugar en la wii al need for speed. entre carrera y carrera, movemos aquello, jejeje.
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