esto era un triste solomillo que estaba bien bueno pero se sentía muy solo, así que se buscó un buen acompañamiento: pimientos asados, perejil y salsa de gorgonzola.
el solomillo es simple, se corta en rodajas gruesas y se hace a la plancha unos minutos con sal gorda y un chorrito de aceite. lo dejamos sellado pero crudo.
los pimientos asados se parten en tiras y se aliñan con aceite, vinagre y sal.
la salsa es un poco más elaborada, pero no es difícil. lo más complicado es la cantidad de queso a echar, pero como dirían noemí y luisma, nunca es demasiado. se sofríe una cebolla pequeña y media zanahoria muy picadas las dos cosas. se van haciendo a fuego lento, sin tapar, con sal, pimienta y un chorrito de vino blanco. dejamos hacer despacito. cuando la zanahoria esté tierna, añadimos el trozo de queso y una cucharadita de harina. dejamos que se haga bien, que si no sabe luego a masa cruda. y que se deshaga el queso. añadimos leche poco a poco, como medio vaso en total.
por último, sin dejar que la leche haya llegado a hervir (separar el cazo del fuego si eso ocurre, o remover o bajar la potencia... algo hay que hacer), añadimos la carne y dejamos que se termine de hacer.
luego sacamos la carne, la limpiamos un poco conun tenedor y, la salsa, la pasamos toda al vaso de una batidora. batimos unos minutos, lo dejamos líquido y lo probamos. añadimos sal o pimienta si hiciese falta. si está muy líquido, añadimos un trocito de pan seco. si está muy espeso, leche o aceite en un fino hilo mientras batimos. cuando tenga la consistencia que queramos, a la salsera y a servir.
se pone todo ordenadito en el plato y se riegan los trozos de carne conla salsa. el queso... muy bueno.
tiempo: media hora.
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