con los restos de hacer una empanada, empecé a amasarlo y metí lo primero que vi en la nevera. como era rojo, blanco y verde, pues la bandera de italia...
para hacerlo, necesitamos un poco de masa de hojaldre (lo reconozco, aún no las hago por falta de espacio en mi mini cocina) que trabajamos un rato con harina para que no se nos pegue. finalmente, la extendemos en dos partes, una algo más grande que la otra. podemos darle la forma que queramos, evidentemente.
precalentamos el horno y ponemos un tomate en rodajas sobre la masa grande. luego unas lonchas de queso (uno que sepa a algo, por favor, no compren la mayoría de los envasados en supermercados porque no saben a nada casi ninguno). acabamos con la parte verde de unas cebolletas picada en aritos finos. la cebolla fresca debe hacer honor a su nombre y ser fresca de verdad.
ponemos un poco de sal gruesa sobre todo, algo de pimienta recién molida (usé blanca porque era la que tenía) y, por último, un chorrito rácano de aceite de oliva por encima.
cubrimos con la otra parte de la masa y cerramos los bordes superponiendo el sobrante de la parte inferior y presionando con un tenedor. también se puede hacer dándole la vuelta a una masa sobre la otra con el dedo y pellizcándola al final, de modo que queda como rizada. en cualquier caso, hay cientos de formas de unir dos masas... sólo queda darle una capita de huevo batido.
al horno. 8-10 minutos a 180º y es suficiente.
tiempo: un cuarto de hora.
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