en fin, que cocemos la pasta en agua hirviendo con sal. cortamos unas judías (a las que hemos eliminado primero las hebra, claro) al bies. las judías las ponemos en la olla con agua hirviendo (junto a la pasta). cuando lleven unos 5 minutos, procedemos a la laboriosa tarea de identificarlas (no muy difícil porque son verdes y la pasta no), buscarlas (no muy difícil porque es una olla, no un campo de fútbol) y sacarlas (un pelín más complicado si no manejamos bien los palillos chinos).
pelamos uno o dos tomates, los machacamos en el mortero con sal, un poquito de azúcar, otro poquito de comino (muy poco, 4 o 5 granitos como mucho) y una pizca de aceite y luego los ponemos en una sartén en la que estamos salteando las judías con un par de dientes de ajo partidos en trocitos muy menudos.
vamos removiendo co mucha parsimonia y tranquilidad hasta que las judías tienen su textura crujiente, pero no rechinan al masticarlas y ya están hechas. entonces añadimos la pasta, removemos y, si tuviésemos albahaca, la añadiríamos (no es mi caso ahora mismo). si no, espolovreamos un poquito de orégano y queso en polvo. y a comer.
tiempo: 20-25 minutos. no sé si los vegetarianos lo tomarían porque lleva queso. advertido queda ya que lo he etiquetado así. de todas fornmas, se pueden cambiar los tortellinis por otra pasta.
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