halaaaaaaa... con lo poco que me gustan a mí los nombres largos y rimbombantes... creo que empiezo a entender por qué lo hacen: si yo quería que supiéseis lo que es el plato este, tenía que poner todas las cosas. no es como unas lentejas, que sabes que llevan chorizo aunque no lo diga el nombre... en fin, las cosas de la alta cocina, jejeje.
pues a ver... primero partimos una cinta de lomo ibérico del weno weno en trozos como prismas de 15x4x4 centímetros (aprox, of course). lo dejamos marinando con un poco de aceite de oliva, salsa de soja, romero, sal y pimienta negra molida.
cortamos media cebolla y 4 o 5 buenas zanahorias en trozos pequeños y las salteamos. las dejamos que se hagan bienbien, salpimentamos al final y las echamos al vaso de la batidora. vamos batiendo y, si vemos que queda muy espeso, añadimos un poco de leche. si queda muy líquido... no sé, nunca se me ha dado el caso. supongo que un poco de maizena (en frío) o copos de papa (en caliente) podrían ayudar.
en una sartén ponemos una pizca de aceite, salteamos unos ajos machacados y los retiramos cuando estén hechos. ponemos unas tiras de pimiento verde de freír en ese aceite y las hacemos a fuego fuerte, que queden hechas pero crujientes.
por último, la niña bonita, la carnaca. en el mismo aceite donde hemos hecho los ajos y los pimientos, lo ponemos caliente y ponemos las piezas de carne. vamos dándole vueltas por todo lados para que se vaya sellando rápidamente y conserve todo el jugo en el interior. al ser un tataki, la carne de dentro queda en crudo, pero los bordes están bastante hechos, así no pierde nada de su jugosidad. no debe pasar de los 3 minutos el tiempo total de hacer la carne. y ojo a los materiales, que aquí una cinta de lomo normalita puede darnos problemas. la de un buen cerdo ibérico de los que tenemos por huelva hace que el plato sea espectacular.
para montar el plato (odio este giro verbal, pero como hoy toca el día...), ponemos un poco de la crema de zanahorias de base (un sabor dulzón), acompañamos de los pimientos fritos (un sabor ácido/salado) y la carne (un sabor único). espolvoreamos todo con cebolla seca crujiente, que queda muy bien con los purés.
otra opción (más de presentación en mesa para sorprender) sería hacer la crema de zanahorias más líquida (añadiendo más leche al batir o con un chorrito de vino blanco y agua durante la cocción de la zanahoria y la cebolla), poner en el plato la carne, los pimientos verdes y la cebolla seca. servirlo en mesa y, allí, con una sopera individual o una jarrita de cerámica, añadimos la crema sobre el plato cubriendo parte de los demás ingredientes.
tiempo: 50-60 minutos.
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