jueves, 29 de diciembre de 2011

frijones con oreja y vino tinto


empecé a hacer una receta, en medio se me cruzó otra y al final traté de remediarlo como buenamente pude y el primer día sólo estaba bien y ya está, pero al dejarlos reposar, ganaron mucho. francamente buenos.

para hacerlos, hacemos un dofrito con un puerro, una cebolleta y un tomate picado y pelado. eso junto con un poquito de sal, 2 guindillas de cayena secas y 5 dientes de ajo pelados y sólo con un golpe dado.

cuando el ajo empieza a estar dorado, se saca y se deja en un mortero. ponemos dentro de la olla la oreja cortada en varios trozos y removemos. dejamos que se haga unos minutos y, a continuación, añadimos las alubias, a remojo desde la noche anterior. le puse un chorizo, pero sin pinchar ni cortar, entero de una pieza.

en el mortero, mientras, añadimos un chorrito de aceite, una cucharadita de pimientón, unos granos de pimienta y algo de comino. si tenemos jengibre fresco, troceamos un pico pequeño, del tamaño de un garbanzo. un poquito de perejil muy picado y una buena cucharadita colmada de semillas de mostaza (no es indispensable, pero me gusta el leve amargor que da). todo eso lo majamos bien (junto a los ajos que ya tenía) con sal y hacemos una pasta.

cuando hemos acabado con el mortero, sacamos el chorizo y lo guardamos (lo usé en un revuelto de chorizo con papas y huevo más tarde, ya colocaré la receta). añadimos media botella de vino tinto. yo usé un vino de jumilla muy normalito pero que dio muy buen resultado. tras añadir el vino, dejamos hacer. se cuece como una hora y media o dos a fuego medio (4 de 10).

removemos todo, añadimos la pasta que hicimos en el mortero y cubrimos justo de agua (no enrasado con la olla sino con los frijones) calentada en el microondas, dejando que hierva otro tanto. sólo hay que removerlo cada 20-30 minutos. con eso basta. dejad que se haga lentamente.

al final, comprobad que las alubias está tiernas y hala, ya está listo. recomiendo encarecidamente dejar reposar todo hasta el día siguiente.

tiempo: más de 4 horas (para una tarde de invierno es estupendo porque no es nada trabajoso), aunque insisto en lo de dejarlo para el día siguiente o el otro. madre qué 3 homenajes me di seguidos...

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