un relleno diferente y ligerito: salteamos un poquito de jamón picado, 1 puerro grande bien picadito, una cebolla (si es roja, mejor, que da un dulzor muy bueno; si no, podemos usar una cebolleta bien grande), unas setas picadas, los propios interiores de las berenjenas (también muy picadas) y unas rodajitas de calabacino cortadas en cubitos pequeños. con un poquito de sal, otro de pimienta y otro de pimentón dulce.
mientras, cocemos un poco las pieles de las medias berenjenas tras haberlas tenido en agua con sal. sólo las cocemos un poco, hasta que no estén rígidas.
para la bechamel, derretimos un poco de mantequilla y añadimos 3 cucharadas soperas de harina. la sofreímos bastante, hasta que la reacción de maillard se haga efectiva y se tueste la harina, que si no, sabe a harina la bechamel del final. entonces empezamos a añadir leche tibia muy poco a poco. añadimos un poquito y removemos hasta hacer una bola de masa. entonces le damos varias vueltas a la bola compacta durante como un minuto. y volvemos a añadir más leche. repetimos la operación hasta que tenga la textura que queramos. al final, añadimos sal, pimienta y nuez moscada recién rallada, todo al gusto.
finalmente, ponemos en una bandeja de horno las pieles de las berenjenas. les ponemos dentro el relleno. cubrimos con bechamel cada una de ellas y las coronamos con un poco de queso rallado. en este caso, usé la mezcla que venden para ensaladas de gruyère, emmental, mozzarella y chedar.
metemos en el horno y dejamos gratinar unos 10 minutos.
tiempo: 45 minutos. el truco es hacer varias cosas al mismo tiempo.
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