érase una vez unos pimientos del piquillo de huerta. y, como no sabíamos bien cómo hacerlos, decidimos rellenarlos de bacalao y verduras pero, como éramos novatos en esto, los cocimos un pelín de más y se nos pasaron, con lo que, al intentar pelarlos, se desmoronaron. por tanto, decidimos rellenarlos por fuera. y colorín colorado, esta receta ha empezado:
a ver, lo primero es desalar el bacalao, una noche en agua con 3 o 4 cambios debe ser más que suficiente. es preferible hacer más cambios por la noche que por la mañana (es decir, se desala más con 3 cambios antes de dormir y uno por la mañana que al revés). luego lo picamos muy fino y reservamos.
picamos también unas gambas, unos ajitos y puerro. lo salteamos y hacemos una bechamel con todo eso. para ello, echamos harina y dejamos que se tueste para que pierda su sabor a harina cruda. a continuación, echamos leche poco a poco removiendo todo junto para que no se hagan grumos. cuando adquiere la textura que queremos, ya está. es fácil. trabajosa pero fácil. pro suerte, a noemí le sale de lujo y le tiene cogido el tranquillo así que esta parte es suya siempre.
finalmente, si hemos conseguido pelar sin romper los pimientos (o si usamos de lata que vienen pelados), los rellenamos. si no, pues ponemos lo pimientos abiertos sobre el fondo y cubrimos con la masa de verduras, gambas y bacalao por encima.
realmente buenos, aunque poco estéticos. se mejorará en futuras recetas, no os preocupéis por eso.
tiempo: unos 20 minutos (desalado del bacalao aparte, claro)
No hay comentarios:
Publicar un comentario