un nuevo invento, que no hay dos guisos iguales. en este caso, tiene la simpleza de una fabada tradicional (o frijones, como se les llama en valverde) pero con el aliño especiado y la oreja como única carne.
Se pone en la olla un chorrito de aceite, 2 dientes de ajo golpeados, no picados, y la verdura: las zanahorias enteras, lo verde de la cebolleta y media cebolla grande partida en 2.
Cuando está medio hecha la cebolleta, se sacan las zanahorias y la cebolleta, se mete la oreja cortada en trozos, se sala y se cubre de agua. Se deja a fuego medio durante una hora y media.
Entonces se echan los frijones escurridos, los trozos de pimiento rojo y la verdura que sacamos previamente (excepto la cebolleta). Añadimos también el chorizo (cogido de la cuerda, sin pincharlo) y se cubre de agua.
Mientras, en el mortero ponemos unos granos de pimienta de sichuán, un par de dientes de ajo picados, algo de culantro, una cucharada de pimentón picante, unos granos de comino y una guindilla. Majamos todo eso, añadimos una cucharada del caldo que está hirviendo y 5-8 frijones enteros. Majamos todo haciendo una pasta que volcaremos en la olla, lo removemos y dejamos que cueza todo a fuego medio otra hora y media..
Al final, sacamos el chorizo que reservamos para otros platos (bocadillos y revueltos fueron sus destinos finales). Sólo queda añadir la cebolleta que sacamos al principio y dejar reposar antes de servir.
Tiempo: casi 4 horas. Sabroso, picante, rico, calentito y reconfortante.
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