Es muy fácil, porque el botillo hace casi todo el trabajo para que la comida salga buena. El botillo es un invento leonés que consiste en meter en una tripa o botillo costilla adobada con trozos variados de cerdo.
Freímos 2 o 3 dientes de ajo, una rebanada de pan y lo machacamos en un mortero con un poco de cominos, pimienta negra y aceite de oliva. Hacemos una masa con eso y la ponemos en la olla. Encendemos el fuego y dejamos que se vaya haciendo. Para que no se pegue, hay que poner agua pero en pequeñas cantidades, como un par de cucharadas soperas hasta que se seque y volvemos a echar otras dos.
Añadimos los trozos de botillo, una zanahoria cortada en rodajas, un trozo de pimiento rojo picado en trocitos pequeños y algunos trozos de calabacín. Yo lo hice partiendo rodajas gorditas y, a su vez, cada rodaja en 4 trozos.
Cubrimos con agua y dejamos cocer como unos 20 o 25 minutos. Entonces añadimos unos fideíllos, algunos trozos de espinacas frescas en hojas y esperamos unos 5-10 minutos más.
Ya está hecha la sopa.
Tiempo: 45-50 minutos.
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