uno de los platos típicos de slaamanca, que he hecho ya otras veces pero con variantes notorias o sólo como guarnición. estas son unas papas muy buenas, pero sólo eso.
tengo que explicar que yo suelo decir papa más que patata ya que el nombre que daban los indios americanos a ese tubérculo era algo parecido a papa en su sonido y fue lo que los españoles primero importamos. con el tiempo, los americanos o ingleses, que le decían potato, nos han metido su variante de patata. aunque claro, es sólo una opción de las muchas que tiene esta palabra.
¿seguimos cocinando o todo el día enredando?
lo primero es la papa, que las cogemos, pelamos y picamos en trozos y ponemos en agua unos minutos. mientras, en una cazuela picamos un diente de ajo muy finito, en trozos minúsculos, y lo salteamos. entonces añadimos los trozos de papa, aflojamos la lumbre a la mitad, agregamos un poquito de agu y una cucharadita de sal gorda, tapamos el invento y dejamos que el calor haga su tarea, que es destrozar la papa poco a poco.
se va moviendo de vez en cuando y se agrega más líquido cuando se vaya perdiendo el que tiene. así hasta que la papa empeiza a deshacerse por todos lados y ya sólo queda una especie de puré con algún que otro tropezón de papa. entonces ponemos el fuego a tope de nuevo, como al principio para saltear el ajo.
mientras se ha ido deshaciendo la papa, cogemos un trozo de tocino o de panceta o de lo que se prefiera, pero del estilo este. se parte en tirillas como de unos 5-10 centímetros de largo por uno o dos de ancho. se fríe en aceite caliente y, cuando está tostadito, sacamos y reservamos.
volvamos a la cazuela con las papas. apagamos, agregamos un poco de pimentón (picante o, si queréis, una guindilla machacada y molida y pimentón del dulce), removemos de nuevo para dar color y, por último, servimos agregando lo frito a lo cocido.
muy rico.
tiempo: 30-40 minutos.
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