un nombre raro para un plato raro.
necesitamos una pechuga de pollo, una cebolleta, tallarines y dos huevos (aceite, especias yd emás, aparte, claro). el pollo lo dejamos macerando con una mezcla de salsa de soja, un poco de miel, canela, jengibre, sal y pimienta negra.
lo primero es poner a cocer la pasta en agua con sal y una hoja de laurel. mientras cuece, picamos la cebolleta en trocitos pequeños.
luego hacemos en una sartén sin aceite el pollo, cortado en trozos medianitos (como de comerlo en dos bocados). añadimos también la cebolleta y comprobamos qué tal anda de sal. cuando está ya casi hecho, le colocamos encima el penúltimo ingrediente: la pasta que está al dente y escurrida.
finalmente, freímos dos huevos y se los ponemos encima.
mi forma de tomarlo es como lo hacía mi tío josé: se corta todo y se revuelve. está mucho más bueno de lo que parece. se me olvidaba: talla de tallarines, po de pollo y we de... de webos fritos.
tiempo: 30 minutos.
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