No hay mimbres, pero se intenta. EN Huelva (como en Extremadura, el cordero es bastante bueno. Así que, como tenía ganas de probar la cocina a baja temperatura pero no creo que por ahora me dé para comprar un cacharrito maravilloso de esos de cocer a baja temperatura, vi por internet este truco que sí que probé.
Cogemos la pierna de cordero, la masajeamos a base de bien con un majado de aceite, sal, pimient,a romero, tomillo, orégano y pimentón picante. Pero darle a base de bien, eh? Nada de un poquito y ya está, que me mancho.
A continuación, la envolvemos totalmente en papel de aluminio con mucho cuidado de que no se rompa por ningún lado.
Debe quedar totalmente sellada y, a ser posible, pegada a la pieza, como si fuese un embutido. Así conseguimos que no se acumule líquido en ningún sitio y se distribuya de forma uniforme en ua fina capa entre cordero y aluminio, para que así se haga igual por todos lados.
A continuación lo metemos al horno, con un termómetro de horno, y comprobamos que está a 60-70ºC. Lo tenemos que mantener así unas 4 o 5 horas. Dale tiempo, no te preocupes. Eso se está cocinando ahí dentro. Cuando lo sacas y lo abres, te queda la imagen de arriba. La apariencia es como que ha quedado muy cruda.
En la imagen de abajo ya lo hemos empezado a trocear.
Mira, no sé cómo decirte el resultado. Una carne hecha, jugosa, sabrosa, suave... que no sé cómo no conocía antes este méttodo. Bueno sí, lo conocía, pero me daba pereza porque pensaba que el esfuerzo no iba a merecer la pena y anda que no.
Eso de cortar la carne como si fuera mantequilla... La acompañamos de un puré de patatas simple, sin nada más, para mezclarlo con los jugos que chorreaban de la pierna al cortarla. Una pasada.
Tiempo: unas cinco horas.
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