Empezamos con la pularda pelada y el juego de cuchillos para deshuesarla. Fue mi primer deshuese completo, así que me llevó un buen tiempo, pero mereció la pena porque aprendí bastante. Estuve buscando en youtube y me quedé con varios que deshuesaron bastante fácilmente pollos o pavos. A mí me llevó más tiempo, claro, pero es cuestión de practicar más.
Al final nos quedan unos huesos más o menos pelados con los que podemos hacer un buen caldo.
Y por otro lado tenemos la pularda deshuesada y abierta. Ahora debemos coger una jeringa con aguja e inyectarle PX poco a poco por todo el cuerpo.
La atamos bien (el culo, el cuello y las patas las até antes de rellenarla, para que no se saliese) para que quede prieta y prensada. La dejamos reposar, que los jugos del PX y del relleno vayan saliendo poco a poco.
Por último, cubrimos la bandeja de tomates y cebollas en rodajas. Con un poco de sal, pimienta, aceite, azúcar moreno, romero picadito y un poco de agua y del caldo que ha soltado la pularda atada. Colocamos encima la pularda, le damos un masaje con una emulsión de Pedro Ximénez y aceite de oliva y al horno, a unos 180ºC durante media hora. La dejamos reposar dentro del horno aún caliente otros 10 minutos.
El paso final es quitar el hilo y meter toda la verdura y el caldo que haya soltado en el vaso de la batidora para hacer la salsa.
Se trincha y se van sirviendo la carne con la salsa por encima. De guarnición, puré de papas con manzana o un arroz salvaje salteado con verdura verde picada muy fina como calabacín o espárragos trigueros.
ES-PEC-TA-CU-LAR. La pularda la he tomado 2 veces sólo, pero me parece muy rica.
Tiempo: contando deshuesar, rellenar y hornear como un novato, unas 2 horas.
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