es una mezcla rara, pero la verdad es que quedó muy bueno. un día de invierno frío como aquél, vino estupendamente para entrar en calor.
en una cazuela ancha sofreímos unos 3 dientes de ajo machacados con 5 o 6 granos de pimienta en un mortero. para crear una pasta, añadimos un poco de sal y un chorro de aceite. cuando nos dé una crema granulosa, la volcamos en la cazuela y sofreímos. en un minuto, añadimso la carne de cerdo y 2 o 3 papas partidas en trozos grandes. removemos.
en cuanto se dora por todos lados la carne, cubrimos con agua, pero no del todo, que asome algo. avivamos el fuego y dejamos que cueza unos 35-40 minutos, que se haga la carne. pero, en cuanto el agua borbotea, aflojamos la lumbre a la mitad. si se queda sin caldo, se nos va a quema, por lo que es conveniente y necesario ir vigilándolo, hacerlo tapado y agregar caldo o agua si vemos que pierde mucho líquido.
finalmente, volcamos un bote de tomate frito casero grande. removemos todo y dejamos cocer un cuarto de hora, que amalgame todo y la salsa quede homogénea. el último paso es añadir unos 100 gramos de queso gorgonzola, que fundirá y dará sabor a todo el guiso. en unos 10 minutos de cocción a fuego lento está listo.
servir y comer calentito.
tiempo: hora veinte, hora y media. de ahí no debe pasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario