Este plato es para aprovechar las lentejas que han sobrado del plato llamado “andando sobre piedrecitas de fuego”. Uno de los muchos aprovechamientos que puede tener: puré de entejas con cuscurros de pan frito, añadirle agua y hacer una sopa grande, usarlas para croquetas… Con las lentejas que sobren (ya sin manitas, que se han acabado), las ponemos a hervir, añadimos un poco de agua y otro poco de sal (podemos hacerlo con caldo de carne, si tuviésemos, pero como el otro guiso tenía sabores fuertes, también vale al estilo barato).
Cuando rompa a hervir, añadimos un puñaíllo de arroz por persona (en función de la cantidad de lentejas que tengamos, no es cuestión de que sea arroz con alguna lenteja), rectificamos de sal y dejamos que se haga el arroz.
Cuando está tierno, apagamos la lumbre y añadimos hojas de espinacas, una buena cantidad, que se hacen con el calor residual que queda del guiso.
Servimos rápido y no guardamos nada, que si no se hace una empella pelín asquerosa.
Tiempo: 25-30 minutos.
Nota de nutrición: el arroz hace que el hierro de las lentejas se absorba más fácilmente por nuestro organismo.
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