Una de las recetas más improvisadas que he hecho en toda mi vida porque sólo sabía que iba a rellenar un calamar. Ni con qué rellenarlo, ni con qué acompañarlo ni qué salsa ni si hacerlo en cazuela o al horno... todo fue sobre la marcha y, como muchas veces pasa, salen los mejores planes.
En este caso tenía un calamar grande como de un kilo o quizás algo menos. Lo limpié bien y piqué las aletas y las patas.
Yo no lo hice, pero el primer paso es cocer arroz con un diente de ajo en láminas y reservarlo.
Sofreí un poco de cebolla, la picada del calamar, un trocito pequeño de pimiento rojo picado en cubitos y unos dientes de ajo. Cuando está todo hecho, salpimentamos y agregamos un huevo duro picado y unas tiras finas de papada ibérica, eso ya fuera del fuego y lo removemos para meterlo dentro del calamar.
Picamos una cebolla, un pimiento, 2 o 3 zanahorias (eran pequeñas) y medio calabacín blanco. Encima colocamos el calamar relleno. Lo rehogamos todo con sal, laurel y un poquito de vino blanco hasta que quede bien pochadito. Batimos la verdura (dejando que siga haciéndose el calamar) y lo colamos por el chino. Si queda muy líquido, debemos reducirlo. Si queda muy seco, mientras batimos añadimos algo de vino, agua o caldo de pescado. Debe quedar una textura como de nata reciéns acada de la nevera.
Sofreímos el arroz cocido a fuego medio con toda la tinta del calamar. Removemos hasta que quede bien negro. Añadimos trozos verdes de cebolleta picados muy finos.
Cuando el calamar está hecho del todo (hay que darle de vez en cuando, mientras se hace, pequeños pinchacitos en la piel), lo sacamos y podemos emplatar.
Colocamos el arroz en un aro de emplatar en la bandeja y no retiramos el aro. Al lado, el calamar. Finalmente, bañamos con la salsa toda la bandeja, poco a poco, para que vaya inundando el plato.
Y quitamos el aro del arroz. Servimos y comemos.
Oye, una delicia. Que me da nosequé hacerlo otra vez por si decepción.
Tiempo: algo menos de una hora.
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